Barbier

BARBIER

La casa bilbaína Barbier fue fundada en 1890

Fue en el año 1890 cuando Valentín Barbier, bilbaíno de nacimiento pero de origen francés, fundó una modesta destilería dedicada a elaborar licores de alta graduación.Utilizando el Txacoli blanco ( El Txakoli es un vino afrutado, de graduación alcohólica baja y con una buena acidez) de la zona decidió hacer un destilado siguiendo el tradicional método Charentrais de la región francesa de Cognac pero a lo vizcaino.Ya en 1898 gracias al éxito que obtuvo registró la marca Cognac de Chacoli Barbier e Hijos.

Tan solo dos años después, en 1900 Barbier lograba un primer premio en la exposición universal de París, un premio que nunca antes había obtenido nunca una bebida española.Para esta fecha ya Valentín e hijos producían en la calle Bailen sobre 900 litros diarios de licor y vendían en países como Austria, Bélgica, Cuba, Dinamarca, Inglaterra, Estados Unidos, México, Puerto Rico e incluso Francia, donde tuvo muy buena acogida por su gran calidad.

En los primeros años de el nuevo siglo, ya con José Barbier (hijo de Valentín) al frente del negocio, decidió lanzarse a fondo en el mercado español y gracias a una gran campaña publicitaria, empezando con el gran rótulo en la Puerta del Sol (luego sería sustituido por el conocido anuncio de Tío Pepe) y anuncios a todo página donde pregonaban las bondades del coñac vizcaino de «aroma natural y suavidad en el paladar, pudiéndolo tomar las damas a pesar de los 43 grados que tiene de fuerza alcohólica». Eslóganes como «Coñac Barbier es el mejor», «Una bebida selecta para un paladar selecto, Barbier»coparon las páginas de anuncios en prensa durante años.

Obtuvieron medallas de oro en las exposiciones de Bruselas, Madrid y Viena y expandieron su negocio creando distintas variedades con diferentes procesos y envejecimiento.El más famoso de ellos sería el Grand Pére «el coñac de bouquet especialísimo al estilo francés» también tuvieron otros bajo el nombre de Consulado, Carillon o Tres Estrellas.

 

 

A partir de los años 50 el consumo de coñac o brandy empezó a caer, superado por otros licores más de moda como el whisky o la ginebra. Barbier se centró en el sector regional y local anunciándose como «nuestro coñac» acompañado de ilustraciones que lo relacionaban con el ambiente vasco, como una cuadrilla en una taberna o grupo de amigos en un bar en el que luce una cesta-punta

Como no pudo ser de otra manera, Bodegas Barbier también hicieron las correspondientes miniaturas de sus más famosos destilados.He aqui unos ejemplos de botellitas y petacas de mi colección:

Actualmente estas son las miniaturas de Barbier en mi colección

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